martes, 19 de marzo de 2013

Ancho de espaldas y estrecho de culo, maricón seguro

Ni una cosa ni la otra. Pero la semana pasada esta vieja lesión lumbar volvió a aparecer. Hacía aproximadamente un par de años que no me daba problemas serios. El caso es que estaba aumentando gradualmente la intesidad y frecuencia de mis entrenamientos, sumado a mis clases de artes marciales. Y así, en medio de una clase que estaba impartiendo, por haber puesto a un alumno a hacer el calentamiento, por haber hecho sparring sin haber calentado y por tener ya los músculos tocados de una sesión de jogging+sprints 2 horas antes, me quedé clavado mientras efectuaba una proyección de cadera. Es un poco vergonzoso quedarte en el suelo sin poder levantarte, tratando de disimular delante de todos tus alumnos, que te miran raro mientras te intentas incorporar arrastrándote por el suelo como un gusano.

Finalmente, me tuvieron que ayudar a levantarme. Aún así, no dejé que me llevaran al hospital inmediatamente. Quise acabar la clase, pero mis alumnos se negaron a seguir entrenando hasta el final. Bueno, al final acabamos la clase 15 minutos antes de lo habitual y me llevaron a urgencias en coche.

Un lumbago es de lo más jodido que hay. Me inyectaron un calmante que no me hizo demasiado. También me recetaron unos analgésicos que me daban un sueño de cojones. De hecho, los 2 días posteriores (que los pasé en la cama casi todo el tiempo) fueron muy jodidos. Pero ya teniendo práctica con la lesión y sabiendo que no hay hernia discal ni demás (parece ser que es muscular), intenté volver a mis actividades cotidianas (excepto entrenar y hacer pesas, claro). Me quedé esos 2 días a dormir en el gimnasio, en el cuarto de mi socio (él durmió en el cuarto de baño con su hermana, a pesar de que le dije que no hacía falta. Pero una cosa es cierta: los taiwaneses, aparte de ser muy majos, pueden dormir en cualquier sitio a cualquier hora). Al día siguiente, me vino a ver una de las chicas con las que estoy saliendo ahora y tuvimos una buena sesión de sexo sin demasiadas complicaciones. De hecho, al follar parece que los músculos de la espalda se calientan e incluso se reduce el dolor. Todo parece menos grave cuando una lesión no te impide hacer la mayoría de cosas que más te gustan.

Ahora ya hace una semana de aquello y me he recuperado bastante (también llevo un par de días con ibuprofenos, que me parecen funcionar mejor que lo que me recetaron en el hospital). Hoy he vuelto a follar con esta niña y eso, sumado a estar de buen humor, parece que acelera la recuperación. No tengo claro si es más lo físico o lo mental, pero hacer las cosas que te gustan y la actividad física moderada son más que recomendables para un lumbago jodido de estos.

Ahora sólo espero recuperarme un poco más (siempre ha existido algo de dolor desde que me lesioné hace un par de años, pero no me ha impedido volver a practicar artes marciales, mma, pesas y todo lo demás. Nunca te recuperas 100%, al menos en mi caso) y volver al ataque.

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