Son las 7:19am, hora local. Aún no he conseguido pegar ojo. Llevo toda la noche dándole vueltas a la cabeza...
Hacía unos 6 meses que no fumaba. A los pocos días de dejarlo, empieza el mal humor, los dolores de cabeza, los pensamientos "extraños"... los fantasmas salen a flote. Las viejas heridas se abren. No soy fumador habitual, así que esa moderación siempre me provoca un mini-síndrome de abstinencia ya bastante fácil de identificar para mí.
Hace un rato, en la cama, he decidido dejar que todos esos pensamientos entremezclados salieran y se manifestaran libremente. Cosas feas: odio, rencor, venganza, muerte.
No tengo demasiados enemigos. Se pueden contar con los dedos de una mano. Algunos podrían pagar sus fechorías en un tribunal. Pero alguno merecería algo mucho más sabroso y sofisticado.
Estoy comparando agresiones físicas, peleas callejeras, daños personales y demás con las cosas del corazón. Todo en el mismo saco. Todas esas cosas me han causado heridas. Y en cierto modo, las heridas del corazón son más molestas que unas pocas cicatrices o dientes rotos. Y no tiene por qué ser una historia lenta y tortuosa: como la mayoría de peleas, la situación y el daño se produce en unos escasos segundos. Puede incluso ser una sola frase la que lo destruya todo de forma fulminante. Y pensar en esa frase constantemente puede matarte por dentro también.
Vivo en Taiwán desde hace 5 años, a unos 10,000km de mi ciudad natal. Los amigos van y vienen. Extranjeros que crean lazos de unión inusuales, o simplemente somos gente que nos hablamos unos a otros por lo poco o mucho que tenemos en común. Pero que al final sólo se trata de no estar solo, aislado. A pesar de tener algo como internet.
Cuando alguien en quien confiabas te hace daño aprovechándose de tu soledad, tu impotencia y tu situación precaria, duele mucho más. No estoy hablando de brutales palizas en un callejón contra una docena de gángsters chinos esta vez. Hablo de quien te jode porque le has dicho demasiado sobre tu vida. Que le has abierto la puerta de tu templo voluntariamente y te lo mancilla, te escupe en la cara y te echa de él.
Así, con el alma medio muerta, uno intenta seguir adelante. La reconstrucción es demasiado costosa. O directamente imposible. Hay que encontrar otra manera, otro lugar. Uno debe adaptarse a la nueva realidad.
No tengo pareja desde el año 2010. Eso no quita que esté follando como un mandril. Me he acostado con unas 80 mujeres desde que llegué a esta isla, en el verano de 2007. A más de la mitad las he conocido en estos últimos 3 años.
Todos los cambios pueden ser positivos. Como una marea, se lleva algunas cosas y trae otras nuevas. No me quejo. El trabajo va bien. He conseguido cosas. Pequeñas cosas que me hacen sentir más seguro cada día. Y los problemas superados te ayudan a no comerte la cabeza por las mismas adversidades (aunque jodidas), porque bien o te acostumbras a ellas o haces un pacto contigo mismo: ya no tiene sentido vivir de esa manera aunque aún no hayas conseguido dar con una solución. Difícil o no, se intenta disfrutar de cada minuto como si fuera el último. Con la mierda a cuestas.
Y así, mientras acabo de escribir esta entrada en el blog, me siento algo más relajado. Incluso ya algo sonmoliento. El bajón, como todo, se tiene que acabar. Es cuestión de práctica: disfrutar de tu momento de gloria y tener paciencia en las malas rachas. Todo termina y vuelve a empezar cíclicamente. Sólo mi manera de afrontar esas emociones puede variar con el paso del tiempo.
Y ahora que ya me siento bajar de la nube, pienso para mí mismo: "gracias por la lección, HIJA DE PUTA. Acabo de leer tu puto blog de mierda, hablando como si tuvieras derecho a ser feliz. Te crees que el universo es una película hecha a tu medida y que todo está preparado para que te luzcas. Después de que me jodieras a mí, tu nuevo noviecito te dejó tirada como la zorra que eres en medio de las calles de Hong Kong. Desde entonces sólo Dios sabe cuántos extranjeros (europeos, tus favoritos) se te han follado (supongo que sólo seleccionas tus relatos más románticos en tu blog, que en realidad son una mierda, porque todos esos puntos de vista absurdos están sólo en tu mente). Pero eso da igual, porque eres incapaz de disfrutar del sexo. Recuerdo perfectamente cuando follábamos: te creías que era una de tus putas clases de educación física. Te pueden estar dando duro durante 2 horas sin parar y no emites el más mínimo sonido. Porque no sabes disfrutar de la vida ni sabes cómo hacer disfrutar a los demás con tu presencia. El sexo contigo era una puta mierda, pero me enamoré de tí. Y me dejaste jodido una buena temporada. Hoy me ha dado por buscar fotos tuyas en internet y he llegado a la conclusión que por lo que escribes, sigues siendo una puta niñata gilipollas. Y la sigues cagando con los tíos. No sé si algún día te la devolveré o no. Pero de momento, sigue creyendo que te mereces algo mejor que excusas de tíos que te dejan porque no te aguantan. Te quieres convencer a tí misma que eres tú la que no quieres, la que ya no está interesada en eso. Pero lee la misma mierda que tú misma escribes: te follan como una puta y te mandan a paseo. Algo que yo no hice: yo te mandé a la mierda por ser una niñata que trata a todo el mundo como personajes secundarios de su novela rosa, como juguetes rotos. Todas tus intensas y maravillosas experiencias están decoradas con todos esos rabos que te comes aquí y allá. Y además alardeas de ello. No te debería extrañar que todo el mundo te mande a la mierda tarde o temprano. Eres una prepotente. Te pasaste. Te tienes que justificar, escribiendo cosas como 'estoy aprendiendo, hago muchas cosas, estudio idiomas, blablabla'. Pero mira, da igual. Sólo, por favor, no vuelvas a hacer a nadie nunca más lo que me hiciste a mí. Si me enterara que vas por ahí haciendo de las tuyas, lo mejor sería que alguien te eliminara. Por eso, hoy me ha dado por leer tus mierdas por internet, pero no quiero saber todos los detalles. Seguramente me cabrearía más todavía."
No hay comentarios:
Publicar un comentario